César Arrondo, historiador y profesor de la Universidad Nacional de La Plata (Buenos Aires, Argentina) nos lleva a la reflexión al cumplirse 75 años del bombardeo nazi a Gernika. Los actuales trabajos en pos de lograr la Paz en la Nación Vasca llevados adelantes por siudadanos y políticos de Euskal Herria y los integrantes de la Diáspora toda. Entendiendo la Paz como el logro del reconocimientos de todos los derechos y libertades de la esta Nación:
Se
cumplen 75 años del bombardeo de la aviación
alemana nazi sobre Gernika. Fue
un día lunes, cuando se reúne la gente
en la feria para desarrollar la comercialización de los productos. En tal
sentido, cuando la mayoría de los habitantes de Gernika y sus alrededores se
encontraban en la Villa, se produce el genocidio, no quedando ninguna duda, que
más allá de lo que representa Gernika y su roble para el pueblo vasco, el
objetivo de la operación militar de la aviación alemana, fue la población civil.
El 26
de abril, los vascos de todo el mundo cumplirán con todos los rituales para
enaltecer la fecha, con el fin de perpetuar la memoria permanente del hecho
histórico. En tal sentido, también en la
Diáspora vasca se realizarán innumerables demostraciones de recuerdo y recogimiento, con mucho sentimiento, ante el
luctuoso acontecimiento, del cual se cumplen 75 años. Cabe recordar que la
tragedia ha sido negada sistemáticamente por el régimen franquista y sus
sucesores y que fue inmortalizada por el
pintor Pablo Picasso, con su famoso cuadro “Gernika”, que simboliza para
siempre, el horror que protagonizó la emergencia del franquismo.
Imagino
que íntimamente, la mayoría de los vascos y sus descendientes, tienen muy en
claro, que lo ocurrido el 26 de abril de 1937, fue el inicio del un plan
sistemático del nacionalismo español, para minimizar étnica, cultural y
políticamente las posibilidades de autodeterminación de la Nación Vasca.
Hoy
sobrevuela el país vasco, una esperanza, la cual es acompañada por una inmensa
mayoría sociológica, que quiere resolver el contencioso vasco y alcanzar la Paz
definitiva.
En este
sentido, ante el anuncio de poner fin a la violencia realizado por ETA, y demás
pasos dados en esa dirección por partidos políticos abertzales, los cuales,
piden la conformación de una mesa de diálogo, para resolver el conflicto
político vasco, los Estados implicados en el mismo, sólo responden con mayor represión, el mantenimiento de las ilegalizaciones políticas,
continuando además, con la dispersión de los presos vascos, sin realizar una
mínima variación en la política penitenciaria, que posibilite al menos, que los presos que se encuentran gravemente enfermos, puedan ser dejados en
libertad.
Esta muy bien conmemorar y
mantener la memoria histórica, pero además hay que vincular los hechos de una historia
lineal, que ya lleva 75 años, donde los vascos han resistido el embate contra
sus derechos históricos, entre ellos, a ejercer su derecho a decidir. Hay un
pueblo, una Nación que renueva su
ilusión y sueña con vivir en democracia, libertad y paz.
Resulta importante recordar, estos desgraciados hechos de la historia,
porque solamente la memoria histórica, permite a un pueblo no cometer los mismos
errores y diseñar un camino certero que lo conduzca hacia la Paz definitiva.
Este 75 aniversario, debe constituir un punto de inflexión, donde la
acumulación de fuerzas soberanistas para lograr
la paz y la autodeterminación, sea la principal labor de cara al futuro.
En tal sentido, los vascos sabemos que hay un Viejo Roble, tan generoso como el
pueblo al que representa, como así también, que sus bellotas han sido esparcidas por el mundo entero, y
que han germinado sus retoños, y se encuentran representados en la Diáspora, en
sus más de 180 casas vascas y en cada
uno de los vascos y vascas que día a día dan testimonio de la historia, del presente
y el futuro de nuestra Nación.
Sería muy importante que todos juntos, como retoños del Viejo Roble, trabajamos
por los objetivos supremos de nuestra Nación, sin protagonismos ni
personalismos, y de esta manera podremos
obtener la fuerza necesaria para hacer realidad los sueños de autodeterminación
y libertad, por los cuales lucharon en todos los tiempos nuestros antepasados,
ofrendando sus vidas, sufriendo la cárcel y el exilio, con sólo propósito: ver
algún día a su amada Euskal Herria, ejerciendo su derecho a decidir.
Prof. César Arrondo
Universidad Nacional de La Plata
Argentina
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