La Carta
De allende los mares,
de lejos muy lejos, me llega una carta,
una carta vieja por los muchos días,
sucia y arrugada,
la carta que espero,
con muchas noticias de casa.
Esta rebosante de letras
por las cuatro página;
y aún entre las líneas
hallo muchas otras que entre sí se abrazan
como si mi madre quisiera con ella
abrazarme el alma.
¡Y que bien me sabe todo lo que leo!
Yo sueño que estoy en mi casa,
- aquella
casita risueña, lejana -
junto a mis hermanos
y mi madre santa.
Después… otra vez y otras cientos
releo la carta,
la carta querida,
la carta esperada,
la que me ha traído brisas familiares
con muchas y buenas noticias de casa.
¡Y cuanto me dicen
esas dulces cartas,
rebosando amores
por las cuatro páginas;
rebozando letras,
letras que se abrazan,
como si mi madre quisiera con ellas
abrazarme el alma!
Dulce carta humilde,
vieja y arrugada,
rebosando letras,
rebosando amores,
por las cuatro páginas!
P. Prudencio Azkarraga
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