El invierno recién llegado se apiadó de nosotros y nos
permitió disfrutar de un antiguo festejo de origen pagano sin tiritar de frío…
Por tercer año nuestro Centro Basko organizó la celebración
por San Juan y San Pedro, que por cierto inaugura la jornada anual de
actividades culturales de nuestra Euskal Etxea.
Esta festividad se festeja en nuestro país gracias al aporte
de nuestros ancestros que mantuvieron activas sus costumbres. Porque vinieron
con poco equipaje pero con un gran bagaje cultural, pleno de costumbres y tradiciones.
Así, la noche de San Juan fue una cita constante por muchos
años, en cada pueblo y en cada barrio en las ciudades, con el mismo espíritu
que en la tierra que la vio nacer pero coincidiendo, en nuestro caso, con el
Solsticio de Invierno, que anuncia la llegada de la temporada fría.
Con el pasar de los años las tradiciones dejan de ser tales
y las costumbres van desapareciendo junto con las generaciones más viejas. Por
ello, la noche de San Juan en la actualidad es más que una popular tradición,
un añorado recuerdo en la memoria de algunos pocos.
No obstante, hay quienes nos aferramos al tradicionalismo y
hacemos lo que está a nuestro alcance para mantener viva esta fracción de
nuestra cultura, que adquirimos hace años por herencia migratoria.
No somos el único, Centro Basko que revive cada año la noche
de San Juan. Esta es una celebración típica entre quienes promulgamos la
cultura vasca.
En esta ocasión la cita fue el sábado 22 de Junio, por cuestiones
meramente practicas, para que la mayoría pudiera estar presente y ser parte de
la tradición que cada año ancla más en el interés colectivo de la comunidad herense.
Desde las 19:00 comenzó a aglutinarse el público sobre la
vereda del Atlethic Sportsmen Club, desde donde media hora más tarde marcharía
el Kalejira (Desfile) por las calles empedradas. Ya de noche en estas
latitudes, los integrantes de los grupos de danzas local y del Centro Vasco de
Cañuelas, vestidos con sus trajes típicos, marcharon tomados de la mano al
ritmo de la música, bailando entre los cabezudos, siguiendo el camino que por
delante marcaban los Reyes de Nabarra. Al mismo tiempo el publicó acompañaba
batiendo palmas alentando la recorrida que, luego de bordear la plaza
principal, llegaría a la Plaza de la Madre, en frente del viejo galpón de la
estación del ferrocarril.
El punto destino cada año se repite. Aquel viejo galpón representa
algo importante para los vascos de general las heras, especialmente para los
lecheros. La historia cuenta que hasta allí llegaban cada mañana los vascos con
los carros lecheros, tirados por caballo, trayendo consigo los tarros
procedentes de los diferentes campos y que tenían como destino final, la ciudad
de Buenos Aires.
Allí estaba la Sorgina (Bruja), representando todo aquello
que por una u otra razón representa parte de nuestras vidas, individuales y de
la sociedad, que queremos cambiar y mejorar. Desechando todo lo malo y
augurando un buen año para todos.
Finalmente el fuego llegó y la bruja ardió…
....y mientras tanto
los dantzaris bailaban alrededor y el público miraba atento frente al cálido
resplandor de las llamas.
Seguidamente y mientras la bruja terminaba de quemarse, tras el Aurresku de honor, los dantzaris interpretaron varias piezas tradicionales, entre ellas Sorgin Dantza.
Y así ardió la fogata de San Juan un año más en General Las Heras.
Seguidamente y mientras la bruja terminaba de quemarse, tras el Aurresku de honor, los dantzaris interpretaron varias piezas tradicionales, entre ellas Sorgin Dantza.
Y así ardió la fogata de San Juan un año más en General Las Heras.
Pero la celebración no se agotaba ahí. Un rico y caliente guiso
nos esperaba, para serrar el comienzo del calendario cultural 2013 del Zazpirak
Bat, disfrutando entre amigos y familia.
Alrededor de 200 personas se hicieron presentes en el gimnasio
del Club Sportsmen. El salón como siempre decorado de Rojo, Verde y Blanco. Un
detalle curioso, es que aún se conservan los adornos que se utilizaron durante
la primer etapa del Zazpirak Bat, que inició por los años ´60s. Esto, gracias a
la celosa custodia de dos de nuestras integrantes que supieron atesorarlos por
casi 50 años incluso durante los años de inactividad, las hermanas Taverna.
El meeting comenzó como de costumbre con el Aurresku de
Honor, para saludar a los comensales y dar paso al ingreso de la Tamborrada,
que por primera vez se presento en el pueblo. Una breve descripción de los antecedentes
y del origen de la Tamborrada de San Sebastian dio pie a que los redoblantes y
los barriles interpretaran San Sebastián y Diana.
Los intérpretes se despidieron con un fervoroso aplauso del
público que quedó entusiasmado con esta nueva incursión del Zazpirak Bat.
El resto de la cena transcurrió gratamente interrumpida por
intervalos de danzas tradicionales vascas a cargo del Iturri Zaharreko Ur
Berria, tanto los más grandes como los Txikis del cuerpo de danzas local, así
como también los dantzaris del Denak Bat de Cañuelas que también nos
acompañaron durante la cena.
Este año, desde el Centro Basko “Zazprak Bat” y en
representación de la comunidad vasca local, quisimos realizar un reconocimiento
a aquellos herenses de estirpe vasca que profesionalmente superaron las
fronteras del pueblo que los vio nacer. Cada uno, en lo suyo, supo
desarrollarse exitosamente para convertirse en referente indiscutido de su
ámbito.
Sin duda, la inteligencia, perseverancia, honradez e ímpetu
vasco tuvo que ver. En cada caso se entregó un cuadro con un reconocimiento por
su tarea proponiendo que sean tomados como ejemplos para seguir enriqueciendo
desde cada uno de nuestros lugares, la sociedad en la que vivimos.
En esta oportunidad elegimos a seis herenses de sangre
vasca. Dolli Irigoyen, reconocida chef a nivel Nacional e Internacional. Una
segunda categoría la conformaron cuatro pateros que llevaron a General Las
Heras a lo más alto de Nuestro Deporte Nacional, posicionándola como cuna de
grandes talentos, referentes del pato. Ellos fueron, Raúl Ithurburu, uno de los
fundadores del Campo de Pato General Las Heras en 1943 e integrante del equipo
que ganó por primera vez el Abierto Argentino en 1947 y más tarde en 1961. Alejandro
Yaven, ganador de seis Olimpia de Plata y el Abierto Argentino con la Rosa y
Negra en 1990, Martin Salaberry, diez veces Olimpia de Plata y Nicolas Taverna,
dos veces Olimpia de Plata, además de finalista ganador del Abierto en 2006.
Cada uno además ha conquistado innumerables torneos oficiales no sólo
representando al campo de pato local sino a otros equipos.
Por último se entrego el reconocimiento a un joven
deportista de ascendencia vasca que desde hace diez años viene demostrando un
crecimiento deportivo por demás destacable, en uno de los deportes que trajeron
nuestros abuelos vascos, la paleta. Facundo Kennedy Salaberry viene demostrando
que esta a la altura de experimentados jugadores profesionales, obteniendo un
gran número de títulos a nivel provincial y nacional y convirtiéndose en tres
oportunidades en campeón mundial.
Esperamos que este sea el punto de partida para seguir
reconociendo la labor de vascos herenses que superaron las fronteras de su
pueblo natal, para convertirse en reconocidos y exitosos referentes en sus
tareas.
La noche se prolongó hasta entrada la madrugada, despidiéndose
los últimos invitados alrededor de las 2 de la mañana.
De esta manera culminó la celebración por San Juan y San
Pedro y se inauguró un nuevo año de actividades culturales del Zazpirak Bat
local.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión nos interesa!